No cuestioné, sólo te amé. Desperdicié 10 años de mi vida juzgando tus acciones, sin entender, que para juzgar debes estar en sus zapatos. Fueron 2 meses para despedirme de a poco, despacio y con la tristeza de saber que dejaste tareas pendientes. Sufrí tu frustración Y prometí seguir continuar tu misión, fue difícil verte partir entre amargura y frustración, será la lección mas grande que pudiste darme. Vivir cada momento como si fuera el último.
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